Las manifestaciones de la actividad volcánica, es decir,
la salida de productos gaseosos, líquidos y sólidos lanzados por las explosiones, constituyen los paroxismos o erupciones
del
volcán. Muchos de los volcanes que actualmente existen
en la superficie de la Tierra no han dado muestras de actividad eruptiva y por eso se les llama volcanes extinguidos, independientemente
de que en algún momento alcancen la actividad.
Otros se hallan hoy, o se han hallado en tiempos históricos no muy lejanos, en actividad, y
por eso se les llama volcanes activos. Esa actividad eruptiva es casi siempre intermitente, ya que los períodos de paroxismo
alternan con otros de descanso, durante los cuales el volcán parece extinguido (Vesubio, Teide, Teneguía, Fuji, etc.). Existen
sin embargo volcanes que son de actividad continua, como el Manua-Loa de las islas Hawai o el Etna en Sicilia. |